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ORGANIZAR el PROYECTO y (V)

Estructura

Los archivos de trabajo donde se desarrolla la estructura del edificio se alojan en una carpeta independiente, ya que normalmente esta parte del trabajo puede ser desarrollada por personas independientes y especializadas en cada materia. En todo caso dentro de la carpeta se emplea el mismo criterio que en la carpeta principal del proyecto separando cada “planta” o nivel diferente en un archivo distinto pero todos ellos situados en una posición común respecto al origen de coordenadas.

Dentro del repertorio de archivos hay uno más singular, que es la planta de “cimentación”, también incluida en esta carpeta, dado que está relacionada con el resto de la estructura, y sirve de base para todos los replanteos y dimensiones generales del edificio. Junto con el dibujo de la planta se incluye en muchas ocasiones la red horizontal de saneamiento, si es de tipo “enterrado”, ya que es necesario situar las arquetas y conductos, teniendo en cuenta la ubicación y dimensiones de las diferentes zapatas y vigas que configuran la propia cimentación.

Finalmente se completa el archivo con algunos detalles constructivos, y la información oportuna del cuadro de zapatas con las especificaciones necesarias. En cuanta a la escala de los detalles, en principio se mantiene el criterio de dibujar todos los elementos en “verdadera magnitud”, para luego gestionar la presentación en los planos mediante diferentes ventanas según la escala de cada detalle. No obstante en algunos casos puede ser oportuno o simplemente más sencillo, agrupar un conjunto de detalles diferentes, en una zona delimitada mediante un área rectangular, con el fin de que sean mostrados simultáneamente a través de una sola ventana del espacio papel. En este caso haciendo las consideraciones a la inversa, se puede ampliar o reducir oportunamente cada detalle concreto, para “componer” el conjunto del plano respecto a la ventana única.

Las armaduras en el caso del hormigón armado suelen generar archivos específicos como salida de los programas de cálculo, que en cada caso pueden tener un comportamiento peculiar, y en las versiones más modernas permiten configurar y personalizar los planos correspondientes, no obstante tampoco es complicado trasladar esos despieces de armaduras a una estructura y organización de planos diferente, con el fin de mantener el conjunto del proyecto de una forma más personal o unificada.

 A continuación se incluyen enlaces al ejemplo, de los archivos que corresponden a la estructura de la vivienda unifamiliar que se mostraba el día anterior. EL archivo “3_PlnsESTR.0.dwg”, naturalmente es el contenedor de toda la estructura, que incluye las Xrefs, y los planos de la estructura en espacio papel.

< Pryct_NNN > ..

[ Estructura.0 ]

Cimentación.0.dwg
Forjado1.0.dwg
Forjado2.0.dwg
ForjadoQ.0.dwg
3_PlnsESTR.0.dwg

Instalaciones

En el caso de las instalaciones se sigue también el mismo principio de alojar estas en una carpeta independiente. En este caso dependiendo de la complejidad y naturaleza de cada una, puede haber un desarrollo muy distinto, y al igual que en el caso de la estructura es común que los archivos y el trabajo se realicen por personas independientes especializadas en cada tema.

En el ejemplo que se acompaña se han desarrollado las instalaciones de la vivienda unifamiliar del ejemplo, incluyendo las habituales a un nivel esquemático, que en este caso se agrupan en tres archivos independientes.

El primero de ellos (“Instlcn_AGUA.0.dwg”) contiene la fontanería y desagües o saneamiento, que se unifican en un mismo archivo. El segundo (“Instlcn_ELCT.0.dwg”) contiene la electricidad, iluminación, telefonía y similares, que se agrupan en otro. Finalmente en el tercero (“Instlcn_OTRS.0.dwg”) se incluye la calefacción, ventilación y protección de incendios.

En el caso de las instalaciones los archivos se han organizado de una forma algo más peculiar en relación con las Xrefs, y el sistema de capas. En primer lugar se opta por alojar en un solo archivo la “instalación” correspondiente a todo el edificio, en lugar de separar cada planta en archivos independientes. De esta forma se evita una multiplicación excesiva en cuanto a número de archivos.

Por otra parte con el fin de abordar el trabajo cotidiano, para ir situando en su lugar los distintos componentes de la instalación, es necesario tener vinculadas las diferentes “plantas” que forman el conjunto del edificio mediante Xrefs, aunque también es necesario implantar algún sistema que nos permita “apagar/encender” con agilidad suficiente, tanto la Xref de la planta sobre la que operamos en cada momento, como las capas de la instalación en esa planta, ocultando el resto de los componentes y las demás plantas del edificio.

Con este fin, en los archivos de instalaciones se emplea un sistema de capas algo  diferente a los demás. Para ello se incluye en cada archivo un repertorio de capas cuyo nombre se inicia con un par de dígitos numerados, consiguiendo que esas capas se mantengan agrupadas en cabeza de la lista cuando abrimos el “cuadro de capas”.

En primer lugar se nombra la capa, donde se inserta exclusivamente la “xref” correspondiente a cada planta del edificio, luego se toma el mismo nombre a modo de “raíz”, y se replican otras tantas capas como instalaciones diferentes, añadiendo cada etiqueta al final del nombre, de forma que en la lista se mantienen todas agrupadas, y permite ir alojando separadamente en cada una los distintos elementos que constituyen el esquema de cada instalación. Finalmente se completa esta secuencia numerada de capas, mediante otro grupo con el repertorio de las distintas instalaciones, pero esta vez con la raiz “A_”, para poder alojar en este juego, los símbolos y nombres de la leyenda, que deben ser visibles desde todas las ventanas y planos. Conviene tener cuidado para que las “Xref”, se inserten en modo “sobrescrito” y nunca “anidado”, para luego mantener el control sobre cada capas en el archivo donde se configuran los planos de instalaciones.

Con el fin de gestionar el trabajo cotidiano para ir dibujando las instalaciones, resulta muy oportuno construir un “filtro” por cada planta, que se define “congelando” todas las demás capas que deben permanecer ocultas en ese momento, y permite posteriormente “volver” de manera inmediata a esa configuración, solamente con señalar su nombre en la lista correspondiente.

A continuación se incluyen enlaces al ejemplo, los archivos de las instalaciones de la vivienda unifamiliar que se mostraba el día anterior. EL archivo “4_PlnsINST.0.dwg”, naturalmente es el contenedor de todas las instalaciones, y en este caso incluye un repertorio de capas en cabecera, no solo de las Xref de las instalaciones, sino también de las plantas del edificio, ya que es conveniente referenciar estas de forma independiente, para que no vengan “anidadas” con las instalaciones, ya que en ese caso se restringe el acceso y la posibilidad de modificar localmente en cada ventana, las propiedades de cada capa.

< Pryct_NNN > ..

[ Instalaciones.0 ]

Instlcn_AGUA.0.dwg
Instlcn_ELCT.0.dwg
Instlcn_OTRS.dwg
4_PlnsINST.0.dwg

Urbanización

En el caso de la carpeta [Urbanización.o.dwg] se incluyen dentro, los archivos sobre  los que se configura la situación, las características propias de la parcela, y los servicios urbanos disponibles o proyectados. Se completa en su caso con la topografía del terreno y/o algunos perfiles realzados de este.

En cuanto a la referencia sobre la situación, es común que se refleje sobre algún plano de referencia, ya sea de cartografía general, o bien del planeamiento específico que afecta al proyecto, y habitualmente se tiene disponible en un archivo de tipo “raster” o de imagen fija, que puede ser directamente escaneado o facilitado desde la administración.

Ese tipo de archivos “raster” pueden ser enlazados mediante el sistema de imágenes insertadas, similar a las Xref, y alojado cada uno en una capa independiente, se puede luego configurar un plano combinado con distintas ventanas y capas activas. Resulta conveniente organizar el conjunto sobre un mismo archivo referido a coordenadas geográficas y en verdadera magnitud, deduciendo las coordenadas y dimensiones desde la cartografía o el tamaño de la parcela y ampliando o reduciendo las imágenes, a su verdadera dimensión, a través de la orden “ALINEA(_ALIGN)”, aplicada sobre dos puntos conocidos.

Ese conjunto de archivos que puede ser relativamente heterogéneo o variable dependiendo de cada proyecto, se enlaza luego al archivo “1_PlnsGRLS.0.dwg”, donde se configuran los planos generales del proyecto, ajustando las escalas adecuadas mediante el sistema de ventanas en espacio papel.

A continuación se incluyen enlaces al ejemplo, los archivos que corresponden a la vivienda unifamiliar que se mostraba el día anterior.

< Pryct_NNN > ..

[ Urbanización.0 ]

Parcela.0.dwg
Perfiles.0.dwg
ServiciosU.0.dwg
Situación.0.dwg
Topografía.0.dwg
Emplazamiento.jpg
Situación.jpg
1_PlnsGRLS.0.dwg

Con esto doy por cerrado el capítulo que espero haya resultado “interesante”. Mi más sincero agradecimiento a todos aquellos que se han molestado en hacer algún comentario, ya que son muy gratificantes, y decir que de momento tengo intención de tomar al menos un par de semanas o tres de descanso en la actividad del BLOG, antes de continuar con el siguiente tema.

 

ORGANIZAR el PROYECTO (IV)

Hoy vamos a comentar la estructura de los archivos en un proyecto “tipo” que se enumeraban el día anterior, y que de alguna manera resume las principios y argumentos desarrollados a lo largo de este tema. En primer lugar hay que decir que dentro de la carpeta  correspondiente al proyecto, se incluyen directamente varios archivos y otras cuatro carpetas. Los archivos corresponden a dos tipos diferentes de nombre, y contienen los elementos más generales del proyecto.

Las carpetas incluidas, albergan las partes más especializadas y autónomas del proyecto, que a su vez generan un cierto repertorio especializado de archivos, como es el caso de la “Estructura” portante o las “Instalaciones.” También la “Urbanización” o acondicionamiento del terreno, que puede presentar situaciones muy diversas dependiendo de cada proyecto particular. Finalmente también se incluye otra carpeta para alojar el “Estado actual”, que contiene la configuración de partida, aunque solo en aquellos proyectos que suponen una rehabilitación o reforma, sobre algún edificio existente.

En el repertorio de archivos incluidos directamente, se distingue mediante el “nombre”, los cuatro primeros que se inician con un digito correlativo (1_, 2_, 3_ y 4_). En cambio en el resto de archivos el nombre solo se etiqueta con letras. Los archivos numerados, se utilizan exclusivamente para alojar mediante Xrefs, a los demás archivos parciales que contienen los elementos y partes del proyecto, y solamente incluyen las “hojas de presentación” en “espacio papel”, que van a configurar los diferentes planos del proyecto.

Los demás archivos etiquetados con letra, son los que contienen las “plantas”, “alzados” y “secciones” del edificio, es decir la parte “arquitectónica” del proyecto, excluyendo “estructura” e “instalaciones”, que se alojan en carpetas específicas, como también los archivos relacionados con la situación y el emplazamiento o el “estado actual” que se alojan en otras carpetas.

En el caso de las plantas, se opta por dedicar un archivo distinto a cada una de las diferentes plantas del edificio, aunque manteniendo el cuidado de que todas ellas estén construidas sobre el mismo origen de coordenadas, de forma que al ser insertarlas individualmente como “Xrefs” en cualquier otro archivo, queden perfectamente superpuestas sobre un mismo “origen de coordenadas”.

Esta forma de operar, permite a su vez insertar cualquier otra “planta” en el archivo en que estamos trabajando en cada momento de forma que se puede “ver” de manera inmediata la “verticalidad” o superposición de los elementos de cada planta, detectando errores o diferencias de forma inmediata.

En el caso de los “alzados” y “secciones”, se ha preferido incluir todos ellos en un solo archivo, dibujándolos en una posición “abatida”, justo delate del lado que le corresponde en la planta del edificio, y con el mismo sistema de coordenadas. De esa forma, aunque cada uno tenga una orientación diferente y podría ser incomodo trabajar en los que están orientados al revés, se tiene la ventaja de que al insertar como “Xrefs” en el mismo origen cada una de las plantas, se visualiza con claridad la correspondencia y en su caso los “errores” o diferencias entre la planta y el alzado o sección.

Por otra parte la diferente orientación de cada uno, se resuelve con facilidad definiendo un sistema de coordenadas personal, orientado específicamente respecto a esa sección o alzado, para luego al escribir la orden “planta” en la línea de órdenes, enderezar su visualización de forma inmediata, que también se puede guardar como vista independiente, para poder volver a ella en cualquier otra ocasión.

Al dibujar las fachadas abatidas, se incluye en el mismo archivo, la memoria de carpintería ordenando en alguna de sus esquinas el repertorio de los distintos tipos de puertas y ventanas, acotando sus dimensiones y ampliando la información oportuna. En el caso de las secciones generales, se completan con un sección constructiva y un cuadro de acabados, que lógicamente se dibujan bajo el mismo sistema de unidades, con independencia de que luego en los planos, se haga una configuración a diferente escala mediante el sistema de ventanas en espacio papel. En todo caso el tamaño de la letra debe coordinarse en función del aspecto del plano final.

Los Planos del proyecto

Como ya se ha comentado anteriormente, los planos del proyecto se configuran mediante un sistema de ventanas en el espacio papel, mediante un archivo “auxiliar” que en si mismo no contienen ningún elemento dibujado directamente y se emplea solo como “contenedor”, de las referencias externas “Xrefs” sobre todos los demás archivos del proyecto.

Los archivos que contienen los dibujos del proyecto se ensamblan en el mismo origen de coordenadas de su espacio modelo, y se van mostrando en las distintas “hojas de presentación”, o planos, que se configuran dentro de ese archivo de acuerdo con los requisitos del proyecto.

En cada hoja de presentación, se configuran las ventanas oportunas, estableciendo su escala en función de las dimensiones sobre el tamaño del papel. Luego accediendo a través de cada ventana, se puede controlar mediante un sistema de capas adecuado, la visibilidad de cada “Xref” globalmente o bien de cada capa por separado.

Para controlar la visibilidad de una “Xref” completa, basta con generar un repertorio de tantas capas diferentes como “Xrefs” se van a insertar, y teniendo el cuidado de alojar separadamente cada una en su capa, con lo que se puede “boquear” la visualización de toda la “Xref” inutilizando una sola capa dentro de una ventana determinada.

En otros casos se actúa selectivamente sobre cada capa de una determinada Xref, lo que resulta bastante fácil con el sistema de filtros que permite aislar separadamente las capas de cualquier Xref. En la denominación de las capas específicas para alojar las Xrefs separadas, resulta conveniente  iniciar el nombre con un par de dígitos numéricos, de forma que en el cuadro de capas se ubican precisamente al comienzo de la lista.

En el espacio papel de cada hoja de presentación, se completa el aspecto final de cada plano añadiendo recuadros, etiquetas y los datos de texto que completan e identifican a cada uno. Dado que esos datos se suelen repetir de unos planos a otros, es conveniente configurar un modelo inicial para luego replicarlo y adaptarlo a cada caso solo con modificar unas pocas etiquetas.   

Los planos que forman el conjunto del proyecto se han ordenado sobre cuatro archivos independientes, con el fin de no sobrecargar sobre uno solo demasiadas Xrefs, o agrupar estas con tamaños propios muy diferentes, como es el caso de las referencias de situación y emplazamiento, o bien usos muy específicos como la estructura o las instalaciones.

1_PlnsGRLS.1.dwg

En este archivo se agrupan las Xrefs, que sirven para configurar los “planos generales” del proyecto, que normalmente son la “situación” y “emplazamiento” de este, y en algún caso los que definen la configuración de la parcela y el terreno con la ubicación del edificio en su interior. Normalmente las Xrefs enlazadas sobre este archivo, se alojan dentro de la carpeta “Urbanización.N”

2_PlnsARQT.1.dwg

Este archivo contiene en general toda la configuración arquitectónica del edificio completo, excluyendo las partes específicas de la “estructura” y las “instalaciones”, que se llevan a otros dos archivos independientes. Sobre este archivo se enlazan las “Xref” que contienen todas las plantas, alzados, secciones, y detalles constructivos o de carpintería. En el espacio papel se configuran mediante las hojas de presentación, la mayor parte de los planos que conforman lo que se denomina “proyecto básico”.

En los enlaces siguientes se ponen a disposición, varios archivos que configuran un proyecto de ejemplo siguiendo los principios expuestos.

Pryct_NNN

2_PlnsARQT.0.dwg
Alzados.0.dwg
pBaja.0.dwg
pPrimera.0.dwg
pQbierta.0.dwg
pSotano.0.dwg
Secciones.0.dwg

 

ORGANIZAR el PROYECTO (III)

En la última sesión se han mostrado algunos inconvenientes relacionados con un fraccionamiento excesivo del proyecto en numerosos archivos independientes, ya que en ese caso se fomenta la repetición o replica de ciertos elementos del proyecto, que junto con una cierta dificultad para obtener una vista del conjunto rápida y eficaz, puede dificultar a posteriori las pequeñas correcciones y modificaciones dentro del proyecto.

Por otra parte la concentración excesiva de todo el proyecto en un solo archivo de trabajo, o en unos pocos, también tiene sus propios problemas, ya que en ese caso se dificulta la posible distribución del trabajo entre distintas personas simultáneamente, y por otra parte añade cierta complejidad y pesadez en el manejo de capas dentro del archivo de dibujo. Sin embargo esta opción cuando se combina con la gestión de los planos a través de un sistema de ventanas en espacio papel, presenta las ventajas asociadas al “origen único”, que facilita el control o visión de conjunto, y también simplifica la realización de pequeñas modificaciones y ajustes en el contenido del proyecto.

Hay que tener en cuenta que el desarrollo de proyectos en el ámbito de la “arquitectura”, a diferencia de las ingenierías, es un proceso muy poco lineal, con una carga de “realimentación” importante, de forma que el diseño se va depurando y ajustando incluso con pequeñas modificaciones, a lo largo de la elaboración del propio proyecto. Por el contrario en el ámbito de las Ingenierías, una vez que se establecen y concretan los requisitos y parámetros del proyecto, la elaboración de este es un proceso mucho más lineal, casi siempre basado en repetir soluciones ya conocidas y probadas, en un proceso más parecido al ensamblaje de un pequeño “puzzle” con un repertorio de piezas “fijas” que no se modifican a lo largo del proceso.

Las Xrefs

Además de las herramientas comentadas en la sesión anterior: “Capas”, “Ventanas” y “Espacio papel”, conviene recordar también la utilidad de las referencias externas o “Xrefs”, ya que sus características propias, nos permiten integrar dentro de un archivo general, varios archivos externos, de tal forma que el general, refleja el estado que presentan en cada momento los archivos referenciados. Por otra parte esos archivos siguen manteniendo su completa independencia y a medida que se modifican y actualizan, los cambios se van reflejando en el archivo general.

Este mecanismo resulta bastante oportuno, para poder configurar el conjunto del proyecto como un repertorio de archivos independientes entre sí, que pueden ser editados y modificados simultáneamente por diferentes personas, y por otra parte mantener ensamblado el conjunto, en uno o varios archivos generales, mediante el mecanismo de Xrefs, de forma que al abrir estos últimos, obtenemos una rápida visión del conjunto del proyecto.

Por otra parte el mecanismo de Xrefs, también supone que esos archivos del conjunto, sean muy adecuados para establecer dentro de ellos mediante el mecanismo de “ventanas” en el “espacio papel”, la configuración de los planos que configuran el proyecto, los cuales pueden incluso estar definidos y configurados, incluso antes de haberse completado el contenido del proyecto.

Por otra parte esa organización, junto con una cierta estandarización de los archivos referenciados, permite organizar el conjunto del proyecto respetando el principio del “origen único”, que como ya se ha comentado, redunda en una mayor eficacia respecto al riesgo de errores derivados de las duplicidades múltiples que normalmente se producen en otro tipo de casos.

Un modelo combinado.

De acuerdo con la experiencia profesional, yo he llegado a configurar un modelo basado en los conceptos expuestos, de tal forma que para elaborar cada nuevo proyecto, en primer lugar se establece una carpeta específica ubicada dentro del archivo general de “trabajos”, con el nombre correspondiente al código o etiqueta del trabajo en cuestión.

Dentro de la citada carpeta se puede ubicar directamente el conjunto de los nuevos archivos del proyecto si es sencillo, o bien generar una estructura interna de subcarpetas con el fin de cubrir las diferentes versiones o fases del proyecto. Opcionalmente se pueden incluir alguna otra carpeta específica para recoger los datos que se recopilan para ese trabajo, o cualquier otra estructura auxiliar de tipo árbol.

El acceso a la carpeta se realiza generando un “acceso directo” del SO sobre el escritorio (botón derecho del ratón), de forma que este nuevo “acceso” o “puntero” hacia la carpeta del proyecto, se comporta como un objeto independiente que puede situarse luego, debidamente renombrado con un término más descriptivo y largo, en cualquier otra carpeta que recopile los trabajos de un año concreto o de un determinado tipo, o mejor en la carpeta “Mis Documentos” de W7 que resulta particularmente cómoda y accesible desde su propio sistema de librerías.

Evidentemente una gran ventaja de los accesos directos, es que constituyen objetos que se pueden modificar o eliminar en cualquier momento sin afectar para nada al contenido de la carpeta apuntada, donde se encuentran los archivos de trabajo, y de esta forma mantener algo más ordenado el escritorio o la carpeta de los trabajos en curso, borrando simplemente o trasladando a otro lugar, aquellos que van quedando desfasados.

Versiones y nombres

Además del mecanismo o sistema de archivo y accesos directos, existe otro problema común que puede inducir cierto desorden en la denominación de los archivos de trabajo, y que son las distintas versiones que generamos irremisiblemente sobre un mismo archivo de diseño.

El problema de las “versiones”, surge cuando estamos trabajando sobre un determinado  documento, y aparece la necesidad de probar o valorar la conveniencia de hacer algún cambio dentro de él, aunque sin estar lo suficientemente seguros como para descartar completamente la configuración anterior.

Este problema que tiene una solución trivial cuando trabajamos en documentos de texto, (basta marcar o destacar los párrafos oportunos de alguna forma) y que en el campo de las ingenierías es menos relevante, ya que hay poca “realimentación” en los procesos de trabajo, sin embargo en el ámbito de la arquitectura, se vuelve más importante, ya que es habitual trabajar buscando la configuración última de cualquier diseño, con criterios adicionales y subjetivos sobre la estética.

En la práctica normal resulta inmediato, obtener una nueva versión o guardar otra antigua, ya que todos los programas disponen de la opción “Salvar como ..” que permite guardar un archivo con otro nombre diferente. El problema en todo caso, se deriva de que lo más frecuente es “improvisar” el nuevo nombre cuando surge la necesidad, y al cabo de un cierto tiempo, el repertorio de versiones y nombres de archivos similares, puede aumentar de forma poco controlada, dificultando luego la identificación de las versiones más antiguas.

La gestión de “versiones” tiene una solución simple e inmediata dentro del nombre de los “archivos”, ya que la identificación de versiones siempre ha sido un problema de cierta magnitud en el ámbito de la “informática. En este ámbito, la solución práctica se  resuelve numerando las diferentes versiones con una “extensión” previa o anterior a la habitual que identifica el programa vinculado con el archivo.

En la actualidad ningún sistema operativo, salvo el venerable MS-DOS, tiene limitaciones en cuanto al número de extensiones que admiten los nombres de los archivos, más allá de la longitud máxima, por lo que al guardar cualquier archivo con un nuevo nombre, basta con mantener el mismo que tenía, y a continuación separado por un “punto”, asignarle el siguiente número secuencial. Después el propio programa escribe a continuación de la nuestra, su propia extensión “.dwg” que asocia e identifica el archivo con el AutoCAD.

Cuando posteriormente se localiza con el explorador de archivos, este se muestra como:  “nombre.N.dwg” o simplemente “nombre.N” si no tenemos habilitada la opción de “mostrar las extensiones de archivos conocidos” dentro del SO.

Una muestra

A continuación se incluye una muestra de ejemplo con la estructura de carpetas y nombres de archivos, a modo de patrón o plantilla. En una próxima entrada, se justificará y comentarán los motivos y contenidos habituales de cada uno de los archivos y carpetas. En cuanto a la sintaxis, los nombres de carpetas se encierran entre corchetes cuadrados, y los archivos se escriben directamente con su nombre. Con el indentado se representa el nivel de anidamiento.

[<Proyecto>]

[EstadoActual.1]

Alzd_Sccn.EA.dwg
pBaja.EA.dwg
pUno.EA.dwg
pDos.EA.dwg
pQbierta.EA.dwg
..

[Estructura.1]

Cimentación.1.dwg
Forjado_0.1.dwg
Forjado_1.1.dwg
Forjado_2.1.dwg
Forjado_Q.1.dwg
..

[Instalaciones.1]

 Instlcns_AGUA.1.dwg
Instlcns_ELCT.1.dwg
Instlcns_VROS.1.dwg
..

[Urbanización.1]

Parcela.1.dwg
Perfiles.1.dwg
Situación.1.dwg
Servicios.1.dwg
Topografía.1.dwg
..

1_PlnsGRLS.1.dwg
2_PlnsARQT.1.dwg
3_PlnsESTR.1.dwg
4_PlnsINST.1.dwg
Alzados.1.dwg
pBaja.1.dwg
pPrimera.1.dwg
pSegunda.1.dwg
pQbierta.1.dwg
pSotano.1.dwg
Secciones.1.dwg

 

ORGANIZAR el PROYECTO (II)

Una vez concluidas las divagaciones anteriores, toca entrar en materia concretando cuestiones más prácticas. En primer lugar lo que se pretende desarrollar en este tema, es una forma particular de organizar, el trabajo para desarrollar un proyecto de “arquitectura” con el “AutoCAD”.

Lógicamente como ya se ha comentado antes, el tamaño del proyecto y la organización interna del trabajo habitual dentro del estudio, son factores que condicionan esa estructura, además de las preferencias personales de los responsables, no obstante dentro de mi propia experiencia he ido adoptando diferentes ideas y esquemas, que con el tiempo y los cambios en distintas versiones del programa se han ido depurando y ajustando, para llegar finalmente a una configuración, que a mí me parece interesante, y que hoy pretendo compartir desde aquí con aquellos que estén dispuestos a leerla con algo de atención.

En primer lugar hay que decir que a pesar de que el “tamaño” del proyecto es un factor de complejidad bastante obvio, por otra parte resulta que la “estructura” organizativa de cualquier edificio, siempre mantiene unas pautas y elementos comunes, que permiten organizar una estructura bastante normalizada, con unos rasgos comunes perfectamente identificables.

La práctica tradicional

En la práctica habitual, cuando se inicia el trabajo en un sistema de CAD es común que se adopten estrategias para la elaboración del proyecto, inicialmente derivadas del trabajo tradicional basado en la delineación manual de los planos.

El trabajo tradicional, normalmente organiza los “planos” del proyecto como un repertorio de hojas sucesivas, donde se van plasmando los dibujos que describen rigurosamente el edificio. Al principio se comienza por dibujar los elementos más amplios y generales, para luego ir concretando con mayor grado de detalle y especialización a medida que se avanza por la sucesión de planos. Esto permite configurar una “lista” ordenada, en la que los primeros lugares corresponden a la “situación” y “emplazamiento” del proyecto, luego la parcela y en su caso la disposición del conjunto de todas las edificaciones, para desarrollar luego los edificios uno a uno, mediante un repertorio completo de “plantas” “secciones” y “alzados” que describan de forma rigurosa sus dimensiones y aspecto, tanto exteriores como interiores. Eso se completa con los detalles constructivos que muestren los elementos singulares, como las carpinterías de los huecos y la cerrajería, o la decoración del edificio. Finalmente se completa el conjunto con otro repertorio “especializado” de componentes más específicos y concretos como son la “Cimentación”, la “Estructura” portante y las “Instalaciones” de todo tipo.

Esa lista de planos que en cualquier caso mantiene su vigencia para describir el contenido de cualquier proyecto, servía de base para organizar y distribuir el trabajo dentro del estudio. Cuando este se basaba en la delineación manual, mediante esa lista se iba asignando el trabajo a los distintos delineantes que dibujaban el proyecto, o bien si era uno solo, iba desarrollando los distintos planos de forma secuencial. Por otra parte la disponibilidad física del plano en papel, permitía que una vez elaborado cada plano, se pudiera tener un cierto control aproximado del grado de desarrollo, a través de un simple vistazo.

Planos independientes

Una vez que se incorpora el dibujo sobre CAD y el ordenador, al trabajo cotidiano en los estudios de arquitectura, obviamente la lista de planos sigue presente, pero la forma de trasladarla al nuevo entorno, dependen lógicamente de la formación, destreza y responsabilidad de cada una de las personas que van adoptando las decisiones oportunas.

En un primer momento, resulta una opción bastante inmediata tratar de elaborar cada plano en un archivo de dibujo independiente, aunque esto se complica algo al considerar si todos los tamaños de los planos deben estar normalizados o unificar el conjunto con un mismo formato de referencia donde poder distribuir todos los elementos del proyecto, que si bien en los planos principales del edificio es inmediato conocer el tamaño que ocupan para planificar su distribución entre estos, en el caso de los detalles, resulta algo más complejo decidir el grado de detalle y la escala relativa, ya que su importancia dentro del conjunto es un proceso con cierta “realimentación”, a medida que se avanza en el desarrollo.

Por otra parte, bajo este sistema también hay muchas veces que se repiten elementos del edificio en diferentes planos, como puede ser el caso de las “instalaciones” que normalmente se dibujan sobre las mismas plantas de distribución general del edificio, pero configurando un repertorio de planos adicional y diferente. En el estudio de trabajo manual, esto era una etapa característica del trabajo, en la que se elaboraban varios juegos de copias en “contra-vegetal” de las plantas de distribución una vez que estas se habían comprobado y supervisado.

Con esa “repetición” de los mismos elementos en diferentes archivos de trabajo, se rompe el principio del “origen único”, facilitando la aparición de los errores de discrepancia y/o coordinación, ya que cuando se hacen pequeños ajustes o modificaciones en alguna parte del edificio, es preciso realizar un seguimiento sistemático y cuidadoso para “corregir”, la misma modificación en “todos” los archivos donde se encuentra reflejada esa parte del edificio, con la dificultad relativa de no disponer de una rápida visión general como en el sistema tradicional.

Archivo único

Una alternativa posible, es la de tratar de elaborar “todo” el proyecto en un solo archivo, de forma que el repertorio de planos se va extendiendo sobre el área de la pantalla, con la ventaja de mantener localizados en una vista general, todos los planos que configuran el proyecto.

Esta forma de organizar el trabajo, que también se practica con cierta frecuencia, puede adolecer del mismo inconveniente sobre el “origen único”, ya que es bastante común la tarea de repetir partes del dibujo que ya se han realizado, porque tienen que aparecen en otros planos sucesivos. Ya se ha mencionado en el caso de las instalaciones del edificio, pero también en el ámbito del “urbanismo”, donde es preciso incluir en la composición de varios planos distintos, las mismas referencias sobre la cartografía del terreno, incluyendo las edificaciones y elementos físicos existentes cuando se elabora el documento.

En este caso también aparecen otras complicaciones, que surgen con la consideración de los tamaños relativos que ocupan las distintas partes del proyecto, ya que si se dibujan todos los elementos con el mismo sistema de unidades, los tamaños aparentes del plano de situación, o la parcela, con respecto a los planos de los detalles constructivos son demasiado dispares entre sí.

Esto supone que finalmente se acaba separando el proyecto en diferentes archivos de trabajo, que se suelen distribuir por los tamaños aparentes: planos generales o de situación, edificio y los detalles constructivos. En el caso de las instalaciones, es común integrarlas en el edificio cuando se maneja el sistema de capas, ya que por sus propias características encajan bien con esa herramienta.

Este segundo sistema podría aportar alguna ventaja relativa respecto a la visión de conjunto, aunque la experiencia muestra que la separación en archivos diferentes, suele improvisarse mucho en función de cada proyecto y las costumbres o gustos de la persona que realiza el trabajo. La complicación y el inconveniente que se derivan de esa cierta improvisación se manifiestan normalmente en la dificultad para localizar los trabajos antiguos, una vez que a transcurrido cierto tiempo, y no se recuerdan con facilidad las circunstancias particulares del trabajo concreto.

Capas, Ventanas y Espacio Papel.

Además de los inconvenientes ya descritos, hay que tener en cuenta que el propio programa AutoCAD incluye algunos sistemas que permiten abordar otras formas de organizar un proyecto que no existían en los sistemas tradicionales y parece oportuno utilizar, para conseguir una mayor eficacia y rendimiento del trabajo.

El primero de estos sistemas o herramientas es el mecanismo de “capas”, con el cual se puede organizar una estructura interna dentro del dibujo. Mediante ese sistema sería posible dibujar las diferentes plantas del edificio superpuestas en su propio emplazamiento, ya que aunque el dibujo de todas las capas visibles simultáneamente pueda resultar confuso, si lo completamos con algún mecanismo rápido y eficaz para encender o apagar conjuntos de varias capas con agilidad, podemos mantener dentro de un mismo archivo de trabajo, todas las plantas y componentes horizontales del edificio. Como herramienta para el manejo de conjuntos de capas, el sistema de “filtros” que tiene implantado el programa, resulta bastante adecuado y oportuno.

Esta forma de organizar el proyecto, puede tener como ventaja la facilidad para asegurar y comprobar la verticalidad y continuidad de ciertos elementos, como los soportes de la estructura o los conductos de desagüe o ventilación, cuya colocación precisa es una fuente de errores potenciales, y que en este caso se vuelve más simple e intuitiva solo con el hecho de encender y apagar las capas correspondientes. Por el contrario, un archivo de dibujo único puede volverse demasiado grande, o complejo y pesado en función del tamaño del edificio, y por otra parte la comodidad y eficacia del trabajo, depende de forma muy acusada del sistema de gestión de capas y su manejo, por lo que la coordinación de varias personas trabajando simultáneamente en un mismo proyecto, se puede complicar.

El sistema de capas en su caso debe combinarse a su vez, con un sistemas de ventanas en el “espacio papel” para lograr una mejor eficacia del conjunto de esas herramientas, ya que el sistema de “ventanas” dentro del “espacio papel” permite configurar un repertorio de “planos” que van a formar el conjunto del proyecto, y a su vez permite seleccionar con facilidad solo aquellas capas del archivo general que deben a ser visibles a través de cada ventana.

De esta forma aunque el conjunto del edificio se encuentre dentro de un solo archivo de trabajo, se configuran varios “planos” u hojas de presentación diferentes, que quedan establecidas en el “espacio papel” y dentro de cada una de ellas se van seleccionando las capas visibles para cada hoja por separado, de forma que los distintos planos puedan a corresponder a cada una de las distintas plantas del edificio, o incluso con variantes de cada una. (Una planta con muebles y la otra con cotas y superficies, por ejemplo).

Incluso con el sistema de ventanas múltiples y espacio papel, se puede tener otra utilidad adicional, ya que en un mismo “plano” podemos representar la misma planta de un edificio a dos escalas diferentes, resolviendo con bastante facilidad y elegancia el caso de tener que incluir en un mismo plano, una pequeña ventana con un dibujo general y esquemático del conjunto (con unas pocas capas activadas), y en otra ventana mayor, una zona parcial del mismo objeto pero con mucho más detalle, incluyendo cotas, anotaciones, u otros elementos situados en capas específicas.

Una de las grandes ventajas de esta forma de organizar el proyecto, es precisamente la del “origen único”, ya que los diferentes planos en los que se recogen diversas “variantes” del mismo elemento, se van configurando siempre sobre el “mismo” archivo en origen. De esta forma cuando sea preciso realizar pequeños cambios o ajustes del proyecto, solo es preciso hacerlos en un único archivo que contiene el origen de todo, y que luego se refleja automáticamente en todos los planos en los que interviene.

Para hacerse una idea clara de esto conviene pensar a modo de ejemplo, en la necesidad de tener que desplazar un pilar o soporte de un edificio, “ .. por razones del replanteo de la cimentación ..”, y la diferencia que supone abordar esas correcciones, en un caso en que el proyecto se haya dibujado todo él siguiendo el sistema de un archivo independiente por cada plano ( El desplazamiento del soporte afecta a todas las plantas y a todos los planos de cada planta ), y luego en la necesidad de “comprobar” que la modificación se ha realizado correctamente antes de volver a “plotear” nuevamente todos los planos del proyecto, en contraposición a un sistema de archivo único, donde el simple hecho de visualizar simultáneamente todas las capas donde se encuentra el soporte, permite asegurar de forma bastante inmediata la integridad y el rigor de esa “modificación”.

 

ORGANIZAR el PROYECTO (I)

Antecedentes

Una vez concluidas las ampliaciones y los ejemplos sobre “capas” y “bloques”, y una vez desarrollado el tema dedicado al sistema de archivo, parece oportuno abordar el nuevo tema dedicado a la forma de organizar los archivos de trabajo que componen un proyecto técnico en el ámbito de la “arquitectura”.

La forma más adecuada para organizar un proyecto, obviamente depende de varios factores, pero los más significativos que cabe considerar inicialmente, son en primer lugar los derivados del tamaño y grado de complejidad del propio proyecto, en un segundo lugar el número y tipo de personas que intervienen en la realización, incluyendo a su vez el grado de autonomía y coordinación dentro del conjunto del trabajo, y finalmente los aspectos y factores subjetivos o de “preferencia personal” que corresponden al último responsable, o a la dirección del proyecto.

En relación con los factores enumerados, que pueden resumirse de forma esquemática como: el Objeto, la Organización, y el Diseño, cabe decir que dentro del ámbito de la arquitectura, cada uno de ellos tiene sus propias peculiaridades y características que contribuyen a diferenciar este sector con respecto a otras ingenierías o ámbitos de trabajo, donde también se emplea el “dibujo técnico” como una herramienta fundamental.

El Objeto

En cuanto a los objetos que se proyectan en al ámbito de la arquitectura, obviamente están constituidos por “edificios” en el más estricto sentido del término. Como tales, los edificios pueden abarcar desde el acondicionamiento de un local comercial o una pequeña vivienda, hasta un rascacielos o un gran complejo comercial o administrativo. ( .. creo que, el “Pentágono” sigue siendo el mayor “edificio” del mundo.)

Evidentemente la diversidad de “objetos” que se pueden desarrollar en un proyecto resulta muy amplia, aunque no obstante se pueden identificar rasgos comunes a todos ellos, además de poder establecer unos pocos segmentos o categorías donde encuadrarlos, como por ejemplo “pequeño”, “medio” y “grande” con límites entre 1.000 y 10.000 m2 que pueden representar saltos significativos en cuanto a su tamaño.

En cualquier caso una “categoría” especialmente significativa la constituyen las “viviendas” unifamiliares o aisladas, ya que por el propio “significado” que cualquier individuo proyecta sobre la propia “vivienda” como parte de su identidad, siempre han constituido un “objeto singular” que pueda expresar y/o sintetizar, los anhelos y aspiraciones más profundos de una forma física y  tangible.

En relación con los elementos o rasgos comunes a cualquier edificio, se pueden destacar varios de ellos, ya sea con criterios físicos, como partes del objeto en sí, o bien funcionales en base a la incidencia de cada parte en el conjunto. En este sentido cabe mencionar como ejemplo la clasificación sistemática que establecen las NTE, (Terreno, Cimentación, Fachadas, Estructura, Instalaciones, Particiones o distribución, Cubiertas y Revestimientos), aunque también pueden establecerse otras, en función de oficios que intervienen en la construcción como es común en la elaboración de los presupuestos en los proyectos.

En cuanto a la configuración física del objeto, también hay que decir que una de las bases fundamentales de la “arquitectura”, es la distinción cualitativa entre “Proyectar” y “Construir”. Es decir cualquier proyecto que seamos capaces de concebir y desarrollar, solo tiene sentido en si mismo, si una vez concluido como tal, sirve a su vez de pauta o guía para “construir” el edificio como objeto real, que pueda ser “usado” formando parte de la vida cotidiana de la personas.

Esa distinción entre proyectar y construir, que se puede formular de un modo “aplastante” ante el sentido común, requiere siempre un equilibrio sutil que a la hora de la verdad tampoco está libre de patologías, ya que por un lado resulta fácil caer en una deformación profesional  sobrevalorando la importancia del “diseño”, el “proyecto”, la “concepción”, la “originalidad” y en general el trabajo de gabinete en detrimento de problemas y aspectos sobre la ejecución de la obra, que muchas veces se delegan en otros especialistas dedicados a ello (aparejadores e ingenieros) que podrían acabar sirviendo sus propios intereses corporativos en detrimento del resultado final.

En este terreno se pueden apuntar diferentes aspectos como el papel del “Manierismo” en la historia del arte, o la “arquitectura de papel” obsesionada en su propio mundo de concursos y revistas de arquitectura, que acaba generando endogamias obsesivas, o bien por otro lado la picaresca y el  intrusismo profesional, de aquellos que no dudan en ponderar la “ejecución de obra”, descalificando de manera oportunista el valor y la competencia de un “proyecto riguroso”, con la finalidad hipócrita de poder moverse con más comodidad y desahogo en el mundo de la construcción, que opera sobre cantidades importantes y significativas de recursos económicos.

La Organización

En este caso el término no se refiere a la organización de un edificio o del objeto que se proyecta, sino a las tareas necesarias para elaborar y plasmar el proyecto en un documento, legible por terceras personas. Esa organización depende del tamaño del estudio profesional o la oficina técnica, dentro de la que se desarrolla el “proyecto” asignando y distribuyendo “tareas” entre diferentes personas que trabajan de forma regular o esporádica.

Ese tamaño puede ser muy diverso, desde el estudio individual, con un solo arquitecto acompañado en su caso por un delineante o colaborador, hasta grandes estudios u oficinas consultoras interprofesionales donde trabajan distintos arquitectos junto con otros tipos de técnicos. Es conocido el estudio americano de arquitectura SOM (“Skidmore/Owings/Merrill”), que tiene rango internacional y da un salto cualitativo con la construcción de la torre “Sears” de Chicago, y actualmente es una organización con miles de empleados de distintos rangos.

En todo caso dentro del ámbito de la “arquitectura”, y en relación con los factores que se comentaban al principio, el protagonismo del “diseño” y los demás elementos de “subjetividad”, hacen que  la organización de los estudios de arquitectura sea bastante personalista, y cuando se agrupan varios arquitectos, los hagan con frecuencia en base a distribuirse los proyectos de forma que cada uno sigue operando de forma individual, y por otra parte resulta poco frecuente la existencia de grandes estudios dedicados estrictamente a la “arquitectura” con una organización compleja, más allá del prestigio personal de sus miembros.

Como contraposición a esta situación, en el caso de las demás “ingenierías” y sobre todo la de “obra civil” o ingenieros de caminos, que muchas veces son concurrentes y competidores en algunos campos de la “arquitectura”, con el “urbanismo” como territorio común, es mucho más habitual la existencia de oficinas y estudios de tamaño mediano o grande, que ya no se apoyan en el prestigio personal o el nombre de un individuo y dependen mucho más de una organización compleja y depurada en función del perfil de los trabajos habituales o de los recursos disponibles en cada caso.

Esta dicotomía ligeramente esbozada, que también se aprecia en la rivalidad profesional, tiene mucho que ver con el diferente papel que juega el tercer factor comentado “El Diseño”, en cada uno de los dos sectores. En el ámbito de la “arquitectura”, el diseño es un factor primordial y preponderante que se desarrolla con la capacidad de “síntesis”, acompañada con una notable dosis de “subjetividad”, pero que cuando se manejan con maestría, producen y manifiestan unos resultados y valores que son inmediatamente reconocibles por las demás personas.

Sin embargo en el ámbito de las “ingenierías”, se valoran en especial las “eficacias” y los “rendimientos” de las soluciones proyectadas, que se basan en unos “análisis” muy exhaustivos de los problemas que abordan, aunque con poca o escasa relevancia hacia los demás valores intelectuales y subjetivos, como la estética, la semántica, la identidad individual o la singularidad propia de cada objeto, desarrollando soluciones literalmente “copiadas” sin el menor rubor intelectual.

El Diseño

Bajo el factor de diseño se engloban todos esos aspectos que ya se han apuntado en el párrafo anterior y que marcan una diferencia sustancial entre la “arquitectura” y la demás ingenierías, a pesar de que en principio se opera manejando elementos comunes, ya que en la construcción de cualquier edificio completo, se manejan los mismos elementos y unidades de obra, que en la “obra civil” o la mayoría de las ingenierías. De hecho el notable incremento paulatino de la complejidad en los edificios públicos, hace que la participación de ingenierías de todo tipo sea cada día más imprescindible dentro del sector de la construcción.

En relación con estos aspectos cabe recordar el distinto papel que juega la “formación” del “arquitecto” en diferentes países y entornos culturales, ya que en algunos casos, se incide con preferencia en los aspectos específicos del diseño, desplazando el entorno profesional hacia la parte más artística y creativa, pero al mismo tiempo va dejando a los profesionales desarmados respecto a una formación técnica rigurosa, que les va llevando a inhibirse, o a perder “competencias” efectivas dentro de la “ejecución de obra” y finalmente también en los procesos de concepción y decisión sobre aspectos básicos del edificio.

Ese difícil equilibrio entre los aspectos más subjetivos y evocadores del diseño, y aquellos otros  más pragmáticos e ingenieriles de la “ejecución de obra”, siempre va a redundar en un mayor conocimiento práctico de los problemas propios de la ejecución, y de las técnicas disponibles, para poder realimentar ese proceso del “diseño” que consiste en “imaginar nuevos edificios”, cuando va acompañada de una gran capacidad de “síntesis”, y una “subjetividad” equilibrada, para poder filtrar los elementos más singulares y relevantes.