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6.3 – VISUALIZAR e IMPRIMIR (C)

Trazado en papel. Escalas y Presentaciones.

La terminología de diferentes “espacios” tiene su justificación precisamente en que cada uno de ellos mantiene su propio “sistema de unidades”. En el caso del modelo el sistema de unidades es el propio del objeto que se dibuja, (metros, pies, centímetros ó millas) y en el caso del espacio papel, el sistema de unidades es el específico de la impresora y el papel para imprimir, normalmente milímetros o pulgadas con los que se define el formato de la hoja de papel en verdadera magnitud.

Obviamente la “escala” del dibujo depende del trazado o la impresión que configuramos en cada caso. Como ya se ha visto, precisamente el sistema de “presentaciones” permite configurar un mismo “plano” u hoja de papel con dos o más ventanas para representar el mismo objeto a escalas diferentes. No obstante llegados a este punto, hay que hacer una distinción importante ya que para realizar  el trazado de un dibujo en papel ajustando su escala, tenemos dos vías alternativas y conviene tener presente sus  matices si queremos evitar errores y confusiones.

Primera Vía (impresión directa)

La “primera vía” es la más elemental y directa, y consiste en definir un área rectangular en el dibujo, que lógicamente tendrá un determinado tamaño en sus propias unidades, (largo x ancho) y establecer su correspondencia sobre una hoja de papel que tenemos disponible en una determinada impresora.

Cuando se establece esa correspondencia se puede determinar el tamaño que debe tener el área rectangular en el papel impreso con sus medidas en milímetros ó pulgadas, dependiendo del tamaño del área en sus medidas originales (largo x ancho), mediante una regla de tres que es precisamente el valor de la “escala”, o también estableciendo simplemente la correspondencia directa con el área de papel “disponible” en la impresora.

En este segundo caso obviamente el aspecto final mantiene las proporciones del dibujo original, pero puede ser difícil conocer el valor concreto de la relación que representa la escala de trazado, ya que depende de la relación entre el tamaño del rectángulo inicial en “unidades de dibujo” y el tamaño del área rectangular disponible en la impresora “medida sobre el papel”. Obviamente conociendo esos valores se puede calcular la escala, con la precaución de considerar la orientación efectiva de ambos rectángulos, pero difícilmente va a coincidir con los valores enteros y normalizados que se emplean normalmente en los escalímetros. En todo caso este método aunque adolece de limitaciones resulta muy empleado por su inmediatez, y desde el programa se gestiona a través del cuadro de dialogo de la orden “plot”.

La orden “TRAZAR(_PLOT)” despliega el cuadro de dialogo “Imprimir”, desde el que se configura todo esto, además de otros aspectos por lo que es uno de los más extensos y complejos que conviene examinar con cierto detenimiento respaldado con la “ayuda” del programa.

El cuadro de dialogo tiene un cuerpo principal a la izquierda y en el borde derecho una parte que se puede ocultar con un botón.  En la parte superior tiene una lista desplegable, con acceso a otras configuraciones de página que hayamos guardado o un botón para realizar una nueva que se guarda con un nombre o etiqueta. La configuración de la página comprende el conjunto de especificaciones que se gestionan en este cuadro.

El siguiente bloque permite elegir el dispositivo o impresora de una lista desplegable. En ella se encuentran todas las impresoras que tiene configurado el ordenador, ya sea de forma directa o a través de una red local. También aparecen los archivos “pc3” que son configuraciones de dispositivo internas del programa, que se pueden crear, editar y configurar con otras ordenes y permiten imprimir en “dispositivos virtuales” como por ejemplo archivos PDF, o imágenes raster tipo JPG ó PNG. Al lado se dispone de un botón que permite acceder a la configuración particular de cada dispositivo.

En ese bloque aparece un diagrama con las dimensiones acotadas del papel, y una referencia del origen de coordenadas sobre este. También hay una casilla que permite activar la opción de guardar todo el trazado en un archivo particular con extensión PLT el cual ya es completamente independiente del programa AutoCAD y puede ser ejecutado directamente por impresoras o dispositivos que soporten ese lenguaje, lo cual es bastante habitual.

Debajo de este bloque se encuentra una lista desplegable con los formatos de papel disponibles. En esa lista se encuentran los que ya vienen configurados en cada dispositivo, pero también aquellos que hayamos podido definir a nuestra conveniencia en un dispositivo determinado a través de su botón de “propiedades” o desde el propio dispositivo.

Finalmente en la parte inferior tenemos una zona izquierda donde vamos a especificar el “área” de dibujo que queremos imprimir, y a su derecha las especificaciones de la “escala” del trazado. Para especificar el área tenemos una lista desplegable con varias opciones: “pantalla”, “extensión”, “límites/presentación” y “ventana. La primera supone elegir estrictamente el área que se visualiza en la pantalla gráfica en ese momento. La segunda se refiere al área mínima que contiene “todos” los elementos y objetos del dibujo, la tercera corresponde a la especificación de los “límites” del dibujo y si estamos en “espacio papel” es reemplazada por “presentación”, y la última “ventana” genera la desaparición momentánea del cuadro y permite señalar gráficamente en pantalla un área rectangular a nuestra conveniencia, devolviendo la presencia del cuadro en cuanto esta definida.

Una vez definida el área de la “ventana” aparece un botón al lado que permite redefinir o modificar esa área, que una vez especificada se destaca en la pantalla gráfica. En la parte inferior existen un par de campos de anotación donde podemos especificar las coordenadas X e Y para un desplazamiento del área respecto al origen de coordenadas del trazado en el papel, naturalmente en su propio sistema de unidades, o bien una marca que genera el centrado del área sobre el papel, y al mismo tiempo muestra las coordenadas donde se ubica su origen. Los valores negativos suponen que alguna parte del área queda fuera de la superficie disponible en papel y no se van a trazar. También se encuentra un botón que genera una “previsualización” del resultado, lo que es muy útil para evitar errores y olvidos.

A la derecha de esta zona se encuentran los campos que permiten definir la escala. En primer lugar aparece una casilla “Ajustar a papel” que cuando está activada, genera un ajuste forzado entre el área definida en el dibujo, y el área disponible en el papel teniendo en cuenta la orientacion especificada. En este caso el acceso a los siguientes campos queda desactivado pero se muestran los valores correspondientes de la relación. Si está desactivada la casilla inicial, entonces los siguientes campos son accesibles, y se puede especificar la escala mediante los valores configurados en una lista desplegable o bien especificando directamente en sus campos, los valores equivalentes entre mm. o pulgadas de papel, y la distancia correspondiente en unidades del dibujo.

Una vez concluida la definición de todos los parámetros podemos ejecutar el trazado pulsando el botón “OK” en cuyo caso debe estar disponible y en línea la impresora, o bien podemos guardar todo el conjunto de parámetros bajo un nuevo nombre de página de configuración que podremos recuperar posteriormente.

Segunda Vía (espacio papel)

En el caso anterior nos hemos olvidado completamente de todo el sistema de “espacio papel” y “ventanas” que habíamos desarrollado anteriormente. Si bien este nuevo sistema puede resolver de modo completo el trazado de cualquier plano o dibujo, el sistema de “espacio papel”, está concebido para facilitar la realización de planos más complejos y elaborados.

Una ventaja adicional del sistema de “espacio papel”, es que la elaboración del plano se hace independiente del resto del trabajo y podemos configurar un plano de trazado incluso “antes” de haber terminado el dibujo, o bien modificar discrecionalmente el contenido del mismo sin preocuparnos de los planos, con la seguridad de que al volver a ejecutar el trazado, no será necesario volver a rehacer los ajustes finales.

Cuando basculamos al “espacio papel” el propio programa nos muestra en pantalla el esquema de una hoja de papel cuya configuración vamos a definir.  La idea central es que dentro de la “presentación” y en el “espacio papel” elaboramos el aspecto de un plano completamente acabado, y dentro de él situamos una o varias “ventanas” distribuidas a nuestra conveniencia tanto en posición como en tamaño. El aspecto del plano se completa con líneas, recuadros y objetos de texto sin ninguna otra limitación.

Cuando situamos esas ventanas en el espacio papel, el tamaño de las mismas está determinado en el sistema de unidades de la hoja de papel, y por tanto las consideraciones sobre la “escala” que en el caso anterior se hacían en el cuadro de dialogo “imprimir”, ahora es preciso tenerlas en cuenta al definir el tamaño de cada “ventana” dentro del “espacio papel” y luego ajustar el área que se visualiza en el interior de cada una, en este caso ya, en el sistema de unidades del dibujo.

Obviamente cuando tenemos que “imprimir” la presentación o plano correspondiente ya no es necesario volver a considerar la escala del dibujo, dado que vamos a imprimir una “hoja de papel” configurada con sus propias dimensiones, y por tanto en el cuadro de diálogo “imprimir” sobre el apartado de escala hay que especificar la relación uno a uno. [ 1:1 ] ya que en este caso particular, coinciden las dimensiones del objeto real “hoja de papel” con el modelo virtual que hemos configurado en el ordenador “hoja de presentación”.

La definición de la escala para una ventana determinada se realiza con bastante facilidad mediante el cuadro de propiedades. Una vez designado el objeto “ventana” dentro del “espacio papel” entre los valores de datos del objeto se encuentran dos parámetros que corresponden a modos diferentes de especificar la “escala”, que siempre es una relación entre el tamaño de la propia ventana en el sistema de unidades del “espacio papel” y el tamaño del dibujo que cabe dentro de esa ventana en su propio sistema de unidades.

Una vez definida la escala de la ventana en el cuadro de propiedades, quedaría pendiente ajustar el encuadre correcto, lo cual se puede hacer fácilmente activando el espacio modelo y entrando dentro de la ventana con la orden «encuadre» para desplazar el modelo sin alterar el factor de ampliación. Una forma alternativa podría ser también mediante la orden “zoom” al espacio modelo a través de la ventana, asegurando la exactitud del área que se designa, bien por teclado mediante coordenadas o con la ayuda de algún objeto auxiliar de tipo rectángulo que luego se oculta o desecha.

Después de ajustar el factor de ampliación y escala en todas las ventanas, conviene dejar cerrado el acceso accidental a su interior basculando al espacio papel de forma sistemática ya que es relativamente fácil realizar movimientos involuntarios sobre la rueda del ratón, que en caso de estar activado el espacio modelo dentro de alguna ventana, alteraría inevitablemente la escala o apariencia de esta.

Para crear “nuevas” presentaciones, es muy habitual apoyarse en otras existentes, obteniendo “copias” desde el menú contextual del botón derecho del ratón, ya que en origen los planos presentan muchos elementos comunes, y luego en cada uno se van particularizando sus propias características.

En cualquier archivo de dibujo que se inicia en AutoCAD existen en origen dos presentaciones disponibles, pero en cualquier caso se pueden definir otras nuevas mediante la opción “Page Setup Manager” del menú “Archivo(File)”  que inicia un cuadro de dialogo con la lista de todas las presentaciones disponibles cuando estamos en “espacio papel”, y un conjunto de botones para crear una nueva o modificar cualquiera de las existentes. Tanto en un caso como en otro lo que se inicia es el cuadro de dialogo de “imprimir” que es sobre el que se definen los parámetros que el sistema guarda conjuntamente como una presentación”.

Escalas de anotación

Cuando se utiliza el sistema de presentaciones con múltiples ventanas a diferentes escalas de un mismo dibujo, enseguida aparece un relativo conflicto con cierto tipo de objetos, como son los rótulos de texto, los objetos de cota, y el tamaño aparente de los tipos de linea o los rayados de trama.

El conflicto surge porque este tipo de objetos normalmente tienen un tamaño configurado en función de su aspecto final, lo cual va a depender de la escala, y si el objeto aparece en dos ventanas diferentes, al menos en una de ellas se encontrará fuera de escala.

Eso supone que al gestionar un dibujo determinado es preciso planificar el sistema de “capas” de tal forma que ese tipo de objetos queden ocultos selectivamente en ciertas ventanas, gestionando la visibilidad de estas capas, separadamente en cada ventana.

A partir de la versión 2009 del AutoCAD,  el programa dispone de una nueva propiedad para ese tipo objetos, que es la “escala de anotación”, la cual se puede especificar sobre el propio objeto y también en cada una de las ventanas que creamos en el “espacio papel” de tal forma que los objetos de tipo “anotativo” solo se muestran en aquellas ventanas del espacio papel, cuya “escale de anotación” coincide con la escala de anotación que tiene definido el propio objeto.

 

6.2 – VISUALIZAR e IMPRIMIR (B)

Ventanas y Vistas

Las “vistas” comentadas en el punto anterior, además del interés general para poder guardar bajo un nombre cualquier visualización de la pantalla, cuya recuperación sea útil en otro momento, tienen un interés mucho mayor cuando se combinan con el uso de “ventanas” ya sea de forma aislada, o bien integradas con el  “Espacio modelo – Espacio papel”.

El funcionamiento de las “ventanas” en AutoCAD presenta dos modos o formas alternativas que mantienen ciertas peculiaridades, aunque el concepto general y su funcionamiento son muy similares. Las diferencias entre ambos modos se derivan únicamente de que las “ventanas” se pueden encontrar definidas dentro del “Espacio modelo” o bien dentro del “Espacio papel” y por tanto es necesario identificar esos conceptos para entender correctamente las diferencias entre ambos.

En todo caso cabe decir que cuando trabajamos en el “espacio modelo” el uso de las ventanas sirve para dividir el área gráfica de la pantalla en varias “vistas” sincronizadas, de un mismo objeto de forma que los elementos que vamos definiendo o modificando en nuestro dibujo se muestran en todas ellas, pero en cada una desde su propio punto de vista. Es decir podemos tener en una ventana el modelo visto desde arriba y en otra diferente una vista lateral o bien podemos tener en una de ellas la vista completa del conjunto y en otra, una vista ampliada del detalle.

Cuando se trabaja modificando y editando el modelo, siempre hay una ventana que se encuentra activa y se identifica con un borde más grueso y manteniendo el cursor gráfico en su ámbito, pero se puede cambiar de ventana solo con el gesto inmediato de pulsar sobre otra diferente, e incluso algunas órdenes del programa se pueden iniciar en una y continuar en otra.

Como característica singular de las ventanas en el espacio modelo, estas tienen que cubrir necesariamente el área completa de la pantalla gráfica, y solo son posibles configuraciones que dividan la pantalla en dos, tres o cuatro ventanas que normalmente se disponen de acuerdo con las opciones previstas en el menú. También es posible juntar y/o partir ventanas existentes.

Dentro de cada ventana, podemos adoptar una visualización diferente, ajustando esta con las órdenes de “zoom” y “encuadre”, o bien podemos “recuperar” diferentes vistas que hayamos guardado previamente con un nombre.

La orden “VENTANAS(_VPORTS) se encuentra agrupada en el menú “Vista” y su ejecución desde el menú de persiana despliega un cuadro de dialogo que permite elegir una determinada configuración de ventanas en el espacio modelo. La opción “Single” en este cuadro de dialogo devuelve a la configuración inicial de pantalla única.

En el caso del “espacio papel”, la configuración de ventanas es mucho mas flexible ya que está permitido definirlas en cualquier posición como un área rectangular, e incluso existe una opción para poder dibujarlas con un contorno poligonal. Hay que tener cuidado cuando se solapen varias, porque la forma inmediata de acceder a cada una es marcando sobre ella con el cursor y si la superior está activada podremos estorbar para señalar directamente en la inferior. La creación de ventanas nuevas se realiza con la misma orden anterior, la opción “simple” y a continuación dibujando un área rectangular en la situación que convenga dentro del “espacio papel”. El objeto tiene el mismo aspecto de cualquier rectángulo, pero lógicamente sus “propiedades” son distintas.

Espacio Modelo / Espacio Papel Presentaciones.

Las diferencias entre el “espacio modelo” y “espacio papel”, se deben precisamente al diferente comportamiento de las “ventanas”, pero los fundamentos de su diferencia están sobre todo en la capacidad para gestionar la configuración de “planos” o “fichas de presentación”, de forma que en un determinado “plano” o “presentación” se puedan organizar diferentes puntos de vista de un mismo modelo construido en 3D, o bien tener dibujos diferentes con distinto grado de ampliación o detalle (“escala”) de un mismo modelo, sin necesidad de haber tenido que repetir partes del mismo copiadas en otra disposición, lo cual es una fuente de múltiples errores, especialmente cuado los dibujos se vuelven complejos y es necesario hacer modificaciones o cambios.

El “espacio modelo”, es el espacio de trabajo habitual de acuerdo con todas las condiciones que se han ido viendo paulatinamente. El “espacio papel” se define como una mera abstracción, que solo tiene la finalidad de poder almacenar y guardar fuera de los objetos dibujados, (modelo) la configuración de uno o varios “planos” o presentaciones, en los que se definen las dimensiones reales del papel, su vinculación a una impresora determinada, y se sitúan y almacenan precisamente las “ventanas” que permiten configurar diferentes vistas del “modelo” que se ha elaborado fuera de “este espacio”.

El paso entre el “Espacio modelo” (EM) y el “Espacio papel” (EP) se puede realiza de varias formas. La más inmediata y recomendable al menos en las etapas de aprendizaje, es la de “solapas” que se encuentran en el borde inferior de la pantalla gráfica. Para activar esta configuración, se accede al cuadro de dialogo de “Opciones”, solapa “Visual”, y se marcan las 3 primeras casillas del bloque “Elementos de presentación” situado en la esquina inferior izquierda.

Cuando vemos la barra de solapas, en el extremo izquierdo aparecen unos botones de navegación, por si su número sobrepasa el tamaño de la pantalla. La primera normalmente esta activada sobre la pantalla y tiene el nombre “modelo (model)”. A continuación, puede haber otras dos solapas numeradas en secuencia con la denominación “presentación (layout)”. Siempre debe existir al menos una adicional a la solapa “modelo”, y son personalizables, en cuanto a nombre y número a través del menú contextual accesible desde la pulsación del botón secundario del ratón, cuando lo activamos sobre alguna de las solapas.

La primera solapa es la que corresponde al “espacio modelo” del dibujo actual, y las demás solapas contienen las “presentaciones” o planos configurados en el “espacio papel”. Cuando activamos una solapa diferente al “modelo”, se muestra la presentación, y en principio debe estar en el “espacio papel”, no obstante hay que advertir un matiz que a veces induce a confusión. Cuando nos situamos en una presentación determinada, dentro de ella suele haber alguna “ventana”, por lo que dentro de la presentación podremos bascular entre ambos espacios, modelo/papel de forma que desde el primero accedemos al “interior” de la ventana configurando mediante “zoom”, “encuadre” o “vistas”, la visualización que nos convenga, y cuando basculamos al espacio papel tenemos acceso a “toda” la presentación, incluida la propia ventana como objeto gráfico que es susceptible de se movida, estirada, girada, etc, pero siempre en el “espacio papel” que es el único lugar posible para este “tipo peculiar” de objeto.

Esta acción de bascular entre el espacio modelo/papel se realiza cómodamente con un pulsador existente en la barra de estado, y con el fin de saber en todo momento si estamos en “papel” o en “modelo”, siempre tenemos el “icono” característico de cada uno, el rótulo en el pulsador, y además y lo que es más importante, el área de desplazamiento del cursor gráfico, que en espacio modelo solo se mueve dentro de la ventana y en “papel” esta activo por toda la pantalla. Además del interruptor en la barra de estado se puede bascular entre ambos espacios con una pareja de órdenes escritas solo con dos letras, directamente por teclado. “EM(_MS)” para activar el “espacio modelo” y “EP(_PS)” para activar el “espacio papel”.

Dentro del “espacio papel” y en cada una de las presentaciones, podemos actuar con todas las características del AutoCAD y por tanto insertar rótulos de texto o elementos de dibujo a nuestra conveniencia, y tampoco hay ninguna restricción para situar elementos fuera del área del papel, salvo que estos no se impriman. No obstante si bien este espacio esta concebido para insertar en él las líneas, los recuadros y los textos que configuran las “leyendas” de los planos, es bastante mala idea insertar en él otros elementos gráficos del dibujo, como símbolos, miniaturas o pequeños objetos, porque cada uno de los espacios tiene su propio sistema de unidades, normalmente metros en el modelo y milímetros en el papel, que dependiendo de la configuración en cada caso, pueden tener un efecto multiplicador sobre el tamaño o la ubicación de los objetos que conduce a errores fácilmente.

Por otra parte los objetos ubicados en el “espacio papel” constituyen otro quebradero de cabeza cuando se quieren “purgar” o depurar archivos, ya que los elementos situado en el espacio papel no son accesibles desde el espacio modelo y nos generan “capas” o “bloques” que no conseguimos “purgar” o “eliminar” de un determinado archivo.

La alternativa a la configuración de solapas, esta constituida por un sistema de varios pulsadores en la barra de estado, en la que al pasar el ratón por encima, se presenta una colección de miniaturas que las identifica por su contenido gráfico y permite acceder a cada una pulsando directamente en ella. En este caso el retorno al espacio modelo inicial, fuera de las presentaciones, tiene un pulsador específico en la barra de estado.

 

6.1 – VISUALIZAR e IMPRIMIR (A)

En este nuevo capítulo, se van a comentar un conjunto de órdenes, que sirven para mantener el control sobre la visualización del dibujo en la pantalla gráfica, en cada momento de nuestro trabajo, y por otra parte el aspecto final del dibujo cuando se imprime el resultado en papel.

Ya se apuntaba en los primeros temas, la diferencia de paradigma entre el dibujo tradicional de un delineante manual y los sistemas de CAD, ya que al desarrollar el trabajo desde el primer momento vinculado a un soporte físico, era preciso adoptar desde el inicio las especificaciones sobre tamaño y formato de papel, escalas, y consecuentemente los grados de detalle en el dibujo.

El sistema de CAD ha supuesto que los aspectos relacionados con el formato de papel, y la escala se desvinculan del trabajo cotidiano sobre un modelo que se elabora mejor con sus “dimensiones reales”, aunque obviamente almacenado en un “espacio virtual” que está constituido por la “memoria” del sistema informático.

Los aspectos relativos al grado de detalle con el que se elabora un determinado modelo adquieren una papel diferente, ya que dependiendo de la “calidad” del soporte impreso existe un cierto margen para su representación en varias escalas diferentes aunque con un rango limitado, y tampoco se debe perder de vista el objetivo final si no queremos trabajar inútilmente con grados de detalle demasiado minuciosos que o bien no se pueden apreciar en los planos finales, o solo se van a ver en detalles muy aislados.

Zoom y Pan. Vista Aérea. Vistas con nombre.

La orden “ZOOM(_ZOOM)”, probablemente es la que más se utiliza en el uso habitual del programa. Es una orden o comando que sirve para ampliar y reducir el campo visual que se muestra por la pantalla en cada momento, y que de una u otra manera está presente en la mayoría de los programas informáticos por lo que su utilización se va convirtiendo paulatinamente en un estándar independiente del propio programa.

En el caso del AutoCAD, la implementación y el manejo de la orden ha ido evolucionando a lo largo de las versiones, volviéndose cada vez más inmediata e intuitiva, y lógicamente por la compatibilidad hacia atrás, se siguen soportando las configuraciones iniciales.

El uso de la orden “zoom”, está relacionado y vinculado con el uso de la orden “ENCUADRE(_PAN))” que sirve para desplazar el área visualizada en la pantalla, permitiendo centrar un objeto determinado, pero sin alterar el factor de ampliación de la misma.

En origen ambas órdenes se invocaban de forma independiente tal como se configuran en las opciones del menú  de persianas, no obstante el uso ha ido evolucionando con la aparición de diversas modalidades, y además se van relacionando y cruzando con otras herramientas concebidas para facilitar una visualización ágil y cómoda cuando se trabaja en modelos 3D.

En este sentido cabe mencionar dentro de esa evolución, la “vista aérea” la modalidad de “tiempo real”, los “estilos de visualización” y los artilugios de “SteerinWheels” o el “ViewCube”, que en la última versión parece tener algo más de tirón.

Las ordenes “zoom” y “encuadre” en sus versiones básicas están claramente explicadas en la ayuda del programa, y su funcionamiento inmediato, en el caso del “zoom” es la de marcar sobre la pantalla la “diagonal” de un pequeño rectángulo (“window”) que inmediatamente se amplia para cubrir todo el área de la pantalla. En el caso del “encuadre” la designación de dos puntos sobre la pantalla determina el desplazamiento del encuadre. También hay otras opciones como la “extensión”, que en sentido inverso amplia el área visualizada a “toda” la extensión del dibujo.

El uso habitual de ambas órdenes se realiza preferentemente con la modalidad de “tiempo real” en la cual están ambas integradas, además del acceso al punto de visualización en 3D mediante la variante “Orbit”. El acceso a este modo se encuentra en un par de iconos de la barra de estado, que la cargan alternativamente desde la modalidad “Zoom o Pan”. Cuando está cargada, se vincula un “menú” especifico que se despliega con la pulsación del botón derecho o secundario del ratón, y permite elegir alternativamente entre las tres modalidades que la componen (“zoom”, “pan” y “orbit”) Este menú tiene a su vez una opción específica de salida, por lo que el modo conjunto se mantiene “activado” hasta que ejecutemos expresamente esta salida.

Una de las ventajas es que una vez cargado responde interactivamente y permite ajustar con comodidad la visualización que buscamos. Cuando sostenemos pulsado el botón principal del ratón, actúa la modalidad que tengamos cargada ampliando o reduciendo la imagen según hacia qué lado desplacemos el ratón, o bien desplaza el área de visualización sincronizada con él. Si además el ratón está equipado con un rueda sensible a la presión, como es habitual en la mayoría, al pulsar la rueda el desplazamiento sobre la mesa actúa en modo “pan” y el “giro” de la rueda amplia o reduce en el modo “zoom”.

El uso de la “orbita” es muy similar aunque en este caso vamos viendo en pantalla que lo que se mueve sincronizado con la pulsación sostenida, es nuestro punto de vista a través de todo el espacio. El funcionamiento se asimila con mucha facilidad probándolo en la práctica. Cuando probamos el movimiento en 3D, la forma más práctica de volver al punto de vista ortogonal sobre el plano XY, es la orden “PLANTA(_PLAN)”, escrita directamente por teclado.

La “Vista Aérea”, constituye una modalidad alternativa que puede considerarse desplazada por el modo de “tiempo real”, aunque no obstante las preferencias en ultima intancia están marcadas por el gusto de cada usuario.

La orden (VISTAEREA”_DSVIEWER”) se encuentra disponible en el menú desplegable de “Vista”, y su funcionamiento consiste en desplegar una ventana auxiliar, que se sitúa en una esquina de la pantalla para no interrumpir demasiado la imagen principal. En el área gráfica de esa pequeña ventana se despliega una imagen completa de todo el dibujo, aunque a un tamaño menor pero suficiente para tener una visión de conjunto del dibujo completo.
Sobre ella aparece destacado con un color singular, la ubicación y el tamaño relativo que corresponde a la imagen que hay en la pantalla principal.

Cuando activamos la propia ventana marcando con el cursor dentro de ella, inmediatamente se vincula al cursor gráfico un rectángulo homólogo, que al desplazarse por el área sincroniza la visualización de la pantalla principal. Inicialmente esa área se comporta en modo “encuadre” y presenta un símbolo con forma de “X” en su centro, pero cuando marcamos con el ratón, bascula a modo “zoom” y el desplazamiento modifica su tamaño relativo.

Obviamente con dos o tres pulsaciones y unos pequeños desplazamientos podemos ajustar cualquier visualización de forma inmediata. La pulsación del botón derecho del ratón, cierra la ejecución de la rutina y permite continuar trabajando sobre la pantalla gráfica, en la nueva visualización.

 
La propia ventana está configurada según el modelo de ventanas del sistema operativo y dispone a su vez de una pequeña barra de menú, y otra de herramientas que permiten ajustar algunos parámetros del comportamiento particular y concretamente ampliar o reducir por pasos el área de dibujo encuadrada por la propia “vista aérea”.

Las “Vistas con Nombre” se encuentran disponibles en el mismo menú desplegable, y cuando se inicia, abre un cuadro de diálogo que muestra una “lista” con los nombres de la vistas guardadas en ese dibujo, un panel de información sobre la vista apuntada, y un conjunto de botones, para gestionar el conjunto de vistas almacenadas, permitiendo elegir, crear, borrar, actualizar, o modificar los contornos de las vistas guardadas. La salida del cuadro marcando el botón correspondiente actualiza la pantalla gráfica.
La idea de las vistas con nombre se basa “guardar” con un nombre particular cualquier visualización de la pantalla, que nos interese “recuperar” tal como estaba, en cualquier otro momento de nuestro trabajo.

La pulsación del botón “nuevo” en el cuadro anterior, inicia un nuevo cuadro de dialogo que nos permite escribir el nombre oportuno y también ajustar algunos parámetros, como el “estilo” de visualización, una imagen de fondo, o un sistema particular de coordenadas.