Cuando se aborda la realización de un nuevo dibujo, en la práctica tradicional, se comienza disponiendo las herramientas de trabajo, mesa o tablero, papel firmemente sujeto y tensado, lápiz, reglas, escuadras, escalímetros etc. La tarea se inicia trazando y situando en primer lugar por medio de líneas rectas una configuración del contorno o estructura del objeto, midiendo y situando los distintos elementos con la ayuda del escalímetro. A medida que avanzamos, se van trazando elementos cada vez más detalladas, ajustando y situando los centros y líneas curvas en su posición correcta, cuidando especialmente las “tangencias”, que en el trazado a tinta definitivo, generan ciertos grados de incertidumbre y temor en función de la destreza y experiencia de cada “dibujante”.
Con el uso del CAD la tarea de iniciar un nuevo dibujo, además de encender el ordenador, y arrancar el programa, requiere en primer lugar definir un nuevo “archivo”, con un nombre y ubicación dentro del sistema de carpetas, y entonces comenzar el trazado geométrico, de una forma análoga al trabajo manual. Se trazan en primer lugar unas “líneas o formas generales” de contorno, que además de configurar el área de trabajo, permiten apoyar posteriormente, distancias, líneas perpendiculares, centros y todos los demás elementos de la geometría que tenemos disponibles en el repertorio del programa, hasta concluir el trabajo.
Elementos y entidades
El trabajo de dibujar dentro del programa se desarrolla, inicialmente incorporando una serie de “entidades”, que son los objetos o elementos disponibles, y es necesario situar en nuestra área de trabajo con precisión. En una segunda etapa será necesario hacer ajustes y correcciones, por lo que todas o parte de las nuevas “entidades” definidas, tendrán que ser “editadas” o modificadas de alguna manera, (cambio de posición, color, giros, etc).
Evidentemente para un uso adecuado del programa, es preciso conocer de forma lo mas amplia posible “todo el repertorio” de entidades que se tienen a disposición, así como sus posibles modificaciones, lo cual constituye el núcleo del aprendizaje.
Tanto la definición de nuevas entidades como la modificación de las ya definidas se realiza mediante las “Ordenes” (“Command”) que el programa va ejecutando en cada momento, iniciando en cada caso una secuencia particular de opciones con sus propias peculiaridades.
Esas ordenes o rutinas, se van seleccionando sucesivamente por el usuario y se encuentran disponibles de varios modos diferentes y alternativos a través de los distintos “menús” “paneles de tareas” “botones de herramientas” etc. El desarrollo de cada una y los pasos intermedios van desarrollando un dialogo en la “Ventana de Texto” que es conveniente seguir con atención, al menos hasta que uno este familiarizado con ellas.
En relación con la “ventana de texto”, conviene recordar que en ella se desarrolla el dialogo del nivel más básico y detallado del programa, y en las primeras etapas es muy conveniente seguirlo con especial atención, ya que los mensajes intermedios identifican fácilmente los pequeños errores o equivocaciones propios del aprendizaje. También conviene recordar que todas las “ordenes” se pueden invocar de forma escrita a través del teclado en la “Ventana de Texto”, incluso con un repertorio de abreviaturas, y que el dialogo que se genera, es el que luego se automatiza con relativa facilidad a través de “macros” que facilitan desarrollos personalizados por el usuario.
El repertorio común de “entidades” básicas es el siguiente:
